Parece
que la historia se repite y es que hace algunos años cuando salió
Windows Vista el sentir general fue que “no servía”. De hecho fue tal la
campaña de desprestigio de esta versión que terminó siendo considerada
como la peor versión de Windows
en la historia. Estamos hablando de enero del 2007, hace ya 8 largos
años. ¿Qué ha pasado desde entonces? Pues como siempre lo he dicho y lo
sigo manteniendo: la PC tal y como la conocíamos ha muerto. En aquellos
tiempos comenzaba a popularizarse el uso del Smartphone, con el
lanzamiento del iPhone unos meses después, en junio del mismo 2007. A
partir de ahí, nos guste o no, seamos “fans” de la marca o no, el
mercado cambió y para siempre. La popularidad de los teléfonos
inteligentes subió como la espuma y las “computadoras” como tal fueron
quedando rezagadas a un segundo plano. Mientras más ha pasado el tiempo
más nos hemos dado cuenta que podemos realizar muchas actividades
directamente desde el teléfono, sin tener que abrir la PC más que para
“asuntos de trabajo”.
Microsoft
después del supuesto fiasco de Vista lanzó Windows 7 en octubre del
2009. Todo cambió de repente. Todo funcionaba. La gente estaba realmente
convencida de que Windows 7 era un excelente sistema operativo. Así las
cosas después llegó Windows 8 en octubre del 2012 y el entorno se
complicó. ¿Por qué? Básicamente Microsoft
decidió combinar las funciones de tabletas y pantallas touch con la
funcionalidad básica de un operativo. Creo que a muchos no nos gustó
vivir en este “doble mundo” de las apps y diseños para pantallas touch y
el típico escritorio de Windows. Después de muchas quejas de usuarios y
de cambios fundamentales dentro de la empresa, finalmente se “saltan”
la versión 9 para entregar directamente la 10 hace unos días. ¿Por qué creo que será un éxito?
Sin
duda funciona bien hasta el momento. Le han quitado por fin esa doble
personalidad y han integrado de vuelta el famoso menú de “Inicio”, ahora
con más funciones (qué a ciencia cierta quién sabe si sean muy usadas o
no) pero tal vez lo más importante es que llega como la versión
salvadora, justo como le pasó a Windows 7 con Vista. Parece que Windows 10 lo está haciendo igual al suplir al 8.
Y
otro detalle poderosamente importante: por primera vez no cuesta la
mejora y tendrá actualizaciones permanentes. Muchos dicen “justo como lo
hace Apple hace años”, en tono de burla. Puede ser. Pero aquí el
secreto del juego es que la gran y a veces monolítica empresa ha
entendido que o cambia o se las verá muy difíciles en los siguientes
años. Sobre todo porque cada vez usamos menos la computadora… ¿o a poco
me vas a decir que no esta vez?
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